12 mar 2008

Práctica # 1; ARETADO EN BOVINOS

Pese a las desventuras, peripecias e incomodidades que ofrece un día de nubes negras, de viento y tierra hirientes o de pequeñas grietas en los labios resecos... el grupo de estudiantes de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Veracruzana se presentaron en la Posta Zootecnica Torreón del Molino, ubicada en esta ciudad y puerto de Veracruz, para iniciar con las técnicas de índole quirúrgicas y anatómicas de una de las experiencias más importantes del semestre, la Anatomía Topográfica Veterinaria Aplicada. El Dr. Antonio Hernández Beltrán, citó al grupo en la Unidad de Bovinos de la PZTM, para iniciar con la técnica número uno, cual trataba de insertar una tarjeta de identificación en la oreja derecha de una especie.
La primera becerra a aretar poseía de siguientes características:
Especie: Bovino
Edad: 12 días
Peso: 47 kg.
Color: Café
Tarjeta de Identificación: K15


[Se calculó el peso de la becerra con ayuda de un instrumento de medición, que constituía de una banda larga y delgada, blanca, con números serigrafiados en negro. La banda poseía dos flechas, marcadas en sentido contrario una a la otra, las cuales debían colocarse en posición sobre la parte dorsal del animal. Una vez rodeado el tórax del animal y con las flechas exactamente en la parte dorsal del animal a nivel de la línea sagital media, uno de los compañeros jaló desde uno de los extremos de la banda, el cual era un especie de mango flexible que a su vez contenía un pequeño tubo numerado a escala de centímetros. El mango y su tubo de medición y la banda se unían por medio de un gancho, que este primero el Médico en Jefe indicó al asistente jalar exactamente dos centímetros. De este modo, gracias a la flexión y presión sobre la banda, las flechas se movían e indicaban el grosor de la especie, calculando un peso aproximado. Un instrumento que nos pareció muy interesante y que muchos de nosotros no habíamos visto.]

ARETADO Una de los consejos muy importantes que nos dio el profesor fue sujetar al animal por los ollares, y aunque se trataba de una especie pequeña en este caso, mostró algunos contratiempos al ponerse nervioso e incómodo. Uno de los compañeros metió los dedos en los ollares y así pudo aparentemente calmar al animal durante la dosis de anestesia, cuya dosis es de 1 milímetro por 3 cm. al área inyectar. El efecto comienza a partir de los dos a cinco minutos posteriores a su aplicación, pero, nos preguntamos, ¿le es posible con este método respirar tranquilamente a la becerra durante el procedimiento? ¿A caso no tapándole los ollares la ponemos más nerviosa, aunque la tengamos sujeta? No es una cuestión con afán de una crítica, sólo una pregunta que busca satisfacer una cuestión basada en la mera curiosidad, y que su propósito no es, en absoluto, poner en debate los métodos de la medicina veterinaria que son avalados por más de 500 años de estudio y práctica.
La primer ternera a la que se anestesió y colocó la tarjeta de identificación no fue, para nada, la que presentó más problemas. Luego de acabar la práctica con la primera, el personal de la Posta nos facilitó una segunda, más grande, y mucho más nerviosa y problemática. Es menester que el estudiante de medicina veterinaria entienda que este comportamiento debe se totalmente comprensible, que el animal presenta nerviosismo ya sea en diferentes tipos de grados y que la violencia es el recurso que nunca debe de utilizarse para lidiar con estos problemas, para eso existe una ciencia, la zootecnia. Uno de los compañeros sujetó inteligentemente al animal por las patas, poniéndola junto a la verja contra su propio cuerpo de él, de esta manera le sería imposible patear a uno de tantos estudiantes que se congregaban alrededor. Y aunque el animal se alzó en dos patas y movía salvajemente la cabeza en afán de defenderse por que no sabía que estaba pasando, al grupo se le hizo posible colocar la segunda tarjeta de identificación, además de que el animal ya contaba con el agujero en el cartílago de la concha.
El animal constaba de las siguientes características:

Especie: Bovino
Edad:
Peso: Aprox. 130 kg.
Color: Café muy claro
Tarjeta de Identificación: J69

A continuación, la práctica se continuó con otras especies y con diferentes grupos de estudiantes, para acentuar el conocimiento y los pasos que requieren para realizar la colocación adecuada de una tarjeta de identificación.


HEMATOCRITO Luego de haber culminado la práctica número, el Médico preparó todo y mostró la siguiente técnica: la realización de un análisis sanguíneo con el apoyo de un hematocrito. La técnica procedía en pinchar una de las orejas del animal con la única intención de hacer aparecer un pequeño sangrado, pequeño, indoloro, para que con un instrumento llamado capilar se guardara la sangre extraída.
Analíticamente, la técnica constaba de sujetar una de las orejas del animal, realizar una asepsia con una gasa, pinchar con una aguja preferentemente del número 3, sacarla de inmediato, dejar caer la oreja y esperar a que por el pequeño agujero empezara a escurrir una o dos gotas de sangre, para posteriormente poner el capilar que presenta forma de un pequeño y diminuto popote. Uno de los extremos del capilar se colocaba exactamente en el camino de las gotas de sangre que escurrían por la oreja del animal, para ser absorbido por el capilar. Es importante llenar este a poco más de la mitad y no menos de tres cuartas partes de la capacidad, para llevar a cabo un análisis de sangre satisfactorio.


Una vez que los equipos pasaron a realizar la práctica, se juntaron todos los capilares para luego ser llevados al laboratorio y colocarlos en una centrífuga que separa las células sanguíneas del plasma para averiguar su proporción relativa y realizar otros análisis. Luego, el Médico en Jefe mostró la aplicación del aparato. Programó la función del mismo, que consta de una rotación muy veloz que se programaba por medio de una perilla de tiempo. El Médico mostró que el tiempo indicado era de 7 u 8 minutos, para que el plasma sanguíneo diera un mejor resultado y se separara del demás grupo de células sanguíneas. Al sacar las muestras, se vio como se había separado el plasma de las demás muestras: había un color amarillo, como de cerveza, que era el plasma, mientras que el color rojo intenso se trataba de los eritrocitos.


Por último para determinar el porcentaje total de plasma, eritrocitos y glóbulos blancos se colocó la muestra en un instrumento de medición de la sangre.

El Médico dedicó otras palabras a la explicación de otros instrumentos de medición y análisis, como algunos que servían, en su mayoría, para detectar enfermedades, la mayoría del trópico y finalmente agradeció nuestra participación y nuestra presencia, aunque nosotros somos los que agradecemos el tiempo y dedicación que puso para poder explicarnos todo pacientemente, con el material necesario. Esperamos nuevamente asistir a la Posta todos los miércoles para llevar a cabo otra de las técnicas veterinarias.

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